Adam Lambert: “La diplomacia no es mi punto fuerte” (Parte 1)

El fenómeno americano del pop Adam Lambert estuvo en París hace unos días. Reservó un poco de su precioso tiempo para realizar una entrevista con CitéGAY. Las fotos exclusivas son de Franck Glenisson!

Voy de camino a una nueva entrevista en un hotel de cinco estrellas de París, cerca de los Campos Elíseos. Los primeros copos de nieve han aparecido y casi me caigo en el hielo en el momento que me doy cuenta de que voy tarde. De camino, me digo a mi mismo que es un poco extraño haber estado más de un año de promoción de este nuevo artista por Francia, desde que había esperado que hubiera venido mucho antes. En unos minutos, me encuentro subiendo las escaleras, atestado con muchos otros reporteros en una pequeña y privada entrada dónde las entrevistas tenían lugar. Después de esperar unos minutos, alguien me dice que ha llegado mi turno. Adam Lambert, el cantante (y actor) está sentado, sonriendo, en un gran sofá delante de una cama enorme en la que hay un montón de revistas esparcidas (reconozco alguna revista gay). Cuando se levantó para estrecharme la mano, su altura me impresionó. ¡Este chico de ojos maquillados debe de medir dos metros por lo menos! Conocido por su conversación directa, sus maneras provocativas, pero también por su sorprendente voz potente y su increíble talento teatral. Adam Lambert fue descubierto públicamente por American Idol, la versión americana de “Nouvelle Star”, pero no ganó el concurso, y tampoco le detuvo de convertirse en un gran fenómeno del que todo el mundo habla, aclamado por gente como Brian May de Queen. El artista está aquí por fin para hablar de su álbum “For Your Entertainment”, lanzado hace un año en los Estados Unidos, y de un nuevo álbum, acústico esta vez, que fue lanzado el 13 de diciembre.

Tof: Hola Adam, gracias por concederme esta entrevista. Dime porqué tu álbum acaba de salir ahora en Francia, cuando ha estado deleitando los oídos americanos durante un año.

Adam Lambert: Eso deberías preguntarlo a Sony… ¡Yo no tengo ni idea! Esa no fue una decisión mía, ya sabes… [Risas]

T: ¿Fue el álbum creado completamente por ti o te lo propusieron los productores de “American Idol”? ¿Cómo lo creasteis?

AL: En realidad, la gente que produce “American Idol” también es propietaria de una compañía discográfica. Cuando el concurso acaba, acogen a los dos finalistas bajo sus alas… También colaboran con una sociedad mayor, en mi caso, con RCA. Entonces me reuní con el equipo creativo de la compañía y nos preguntamos qué queríamos hacer. Fue cuando les dije en qué estilo estaba interesado. Tenía mis propias ideas y ellos también propusieron las suyas. Así fue cómo creamos las primeras demos para las canciones que ya estaban escritas. Tuve la oportunidad de trabajar y escribir con los productores. Al final, el proyecto incluía cinco canciones escritas completamente por mí y el resto, por otros. ¡Está claro que tuve que escoger todo lo que incluía el álbum! Ya sabes, creo que hay una concepción errónea sobre “American Idol”. Parece que la gente piensa que, cuando participas en este tipo de concursos, te conviertes automáticamente en una marioneta, ¡y debo decir que esa no fue mi situación en absoluto! Tengo ideas muy claras y una voluntad muy fuerte para hacerlas realidad, y tengo suerte de trabajar con un Management y una compañía discográfica que escuchan. Como resultado, este es mi verdadero yo, ¡siempre tengo la última palabra en cuanto a las decisiones!

T: OK… ¿Y cuál fue tu criterio en el momento de escoger productores?

AL: La discográfica me propuso opciones: “¿Te gustaría trabajar con esta persona o con esta otra…?” y casi siempre contestaba “Oh, sí, vale, vale…”, pero también tuve la oportunidad de decirles con quién quería trabajar realmente. Fui directamente a hablar de Lady GaGa, Linda Perry, Dr. Luke, Sam Sparrow y, por supuesto, P!nk, Max Martin, Rob Cavallo y Greg Wells propuse a la discográfica…

T: ¿Cuándo empezaste a escribir y dónde encontraste tus influencias?

AL: Hmm, debía ser cuando tenía 15 años… ¡Tenía una banda en aquel momento! Fue la primera vez que compuse, y aprendí mucho porque, si te digo la verdad, ¡no se me daba nada bien! [Risas] Si quieres hablar de mis influencias, bueno, me encanta el rock clásico pero también me gusta mucho la música pop. Automáticamente, toda esta música significó mucho para mí. El álbum habla de cosas íntimas, habla de lo que temo convertirme pero también de lo que quiero llegar a ser… De plasmar algo para otros y de animar a la gente a liberarse. También digo que debemos tener completo control de nuestros cuerpos, de nuestro trabajo, de nuestro estilo, de quiénes somos, y estar orgullosos de ello. En mi álbum, encontramos canciones que hablan sobre la necesidad de probar suerte y ser honesto con uno mismo, con el mundo. También tengo un texto sobre “Psychedelic Mind Fuck” [Risas]. Sí, sí, ¡va en serio! [Risas] Habla sobre alguien que está bajo un embrujo, porque otra persona le ha dado un aliento de vida, algo precioso, ese algo especial que sólo puedes tener cuando tienes esperanzas… ¡Esas son las cosas que yo escribo! [Risas]

T: Con este álbum, anunciaste que el Glam rock volvía a las andadas. Después, diste a conocer tu gusto por el maquillaje, la prensa te apodo rápidamente “Glambert”. ¿De dónde viene tu gusto por el Glam?

AL: ¡¡¡Sí!!! Siempre me ha encantado el maquillaje. Creo que es la mejor manera de diferenciarte de los demás y de imponer tu propio look…

T: ¿Crees que es más una manera de esconderse, de alejarte detrás de un caparazón, o por el contrario es la mejor manera de mostrarte tu mismo cómo eres realmente?

AL: Creo que empezó hace muchos años cuando descubrí por primera vez el maquillaje. En aquel momento, sentí que era una manera de esconderse. Ahora, pienso realmente que es una forma de expresarse: Se puede ver, ahora soy más mayor y me siento mejor conmigo mismo, es todo lo contrario a un caparazón. Toda la moda, el maquillaje, el peinado, los complementos, ¡todo ello es la expresión de mi personalidad!

T: ¿Pero seguirías pudiendo salir a escena sin todo eso?

AL: Sí, claro que podría… Todo esto va con mi estilo, que me encanta, pero eso no me impide ser más sencillo a veces. Ya sabes, cuando estaba en “American Idol”, la temática musical cambiaba de semana en semana, ¡hasta la famosa semana “Motown”! En aquel momento versioné “Tracks Of My Tears” de Smokey Robinson, solamente estaba sentado en un taburete con una guitarra acústica… Lo hice sin maquillaje, todo muy simple. Ya ves, ¡no es un problema de doble personalidad! Es sólo que me gusta decorar mis ojos… Para mi, es lo mismo que llevar un anillo o un collar cuando vas de fiesta por la noche…

T: ¿Has visto la película “Velvet Goldmine” de Todd Haynes (lanzada en 1998)?

AL: ¡Sí! Es una de mis películas favoritas, ¡me encanta!

T: En la película, hay un personaje que dice que “el Rock and Roll es una prostituta”…

AL: …habría que arreglar un poco eso [Adam completa la cita de la película] ¡Sí, sí! ¡El Rock es una prostituta! [Risas] Todo es por la puesta en escena, mostrarse uno mismo, ser visto por cuanta más gente, mejor; ser escuchado… ¡Y disfrutarlo! Por supuesto, es sólo una expresión, si entiendes lo que digo…

T: Tienes un espíritu muy provocativo… Cuando besas a chicos a la primera oportunidad… ¿Es algo natural o es sólo una acción política?

AL: Bueno, al principio de todo, cuando besé a un músico en el escenario, fue algo muy espontáneo, una imperiosa necesidad que tuve en aquel específico momento. Después, cuando vi todas las reacciones que eso había provocado, empecé a hacerlo sistemáticamente, como una declaración oficial, en cada concierto. Me dije a mi mismo “Vale, debo continuar”. Se convirtió en un tipo de efecto especial extra, y lo encontraba muy “rock and roll”, y prácticamente establezco que no acepto el hecho de que fue un error. Por el contrario, tuve que demostrar que estaba orgulloso de ello y que no tenía porque disculparme. Ya sabes, soy un poco terco, y también algo dominante… Hay una parte de mí que no quiere satisfacer a todo el mundo y decir siempre “por favor”. La diplomacia no es realmente mi punto fuerte.